domingo, 4 de octubre de 2009

Mi Reencuentro con el Blog: Cartagena y alrededores


Al fin le gane a la pereza y he vuelto a mi bitácora-Web. A pesar de que hace días que ya no estoy en Cartagena, haré un pequeño resumen de lo ocurrido en mi estadía por allá.
Llegamos un viernes 25 de Septiembre, tras una larga estadía en Taganga y en la costa de Santa Marta. El viaje que hicimos desde el terminal hasta el casco histórico de la ciudad nos demoramos cerca de 40 minutos, pagando 12 Barritas (una baratija pal medio pique). Llegamos a la residencial que sale en el "Lonelyplanet" llamada "Casa Viena", nos cobraban 38 lucas colombianas, con derecho a lo típico de acá: Internet, cocina y lo mejor de todo café gratis. Ese lugar no nos agrado en demasía, producto que era muy descuidado y los gringos que están de paso ahí son unos "weas", no dan la cara para saludar, son poco sociables, etc. Es por esto que a los 2 días nos cambiamos a la mejor de todas las residenciales de allá (a mi impresión) llamada "Venecia". Nos encontramos con hartos latinos y con gringos buena tela (Ciro, Daniel, Nico, David, Temo). Se genero una muy buena convivencia en el grupo sobre todo en la hora del Té.
En cuanto al casco histórico, digámoslo bien, no me enamoro. Muy bonita su arquitectura, la historia, pero lo aguja que son los vendedores y la intención que siempre tienen de estrujar tu plata, sumado a lo glamoroso de sus tiendas hechas especialmente para que el "gringo" deposite sus divisas en sus tiendas, le quitan gran parte de Magia. Con esto no quiero decir que es un lugar completamente apestante, pero me esperaba algo más romántico y no tan comercialmente gringo. Destaco "Getsemaní", que es la parte más precaria, por así decirlo, del casco histórico. Antiguamente era el lugar donde vivían los esclavos y actualmente es el lugar de la clase media. Me gusto por que no es artificial, por que la gente te saluda a la afuera de sus casas, por que se ven pichangas de niños en las calles, etc. Por lo demás, era el lugar que albergaba nuestra residencial.
Visitamos la Isla del Rosario y Playa Blanca. Muy lindas ambas, pero nuevamente los vendedores lo arruinan todo con la tosudez que tienen para vender. No saben como persuadir sin apestar al cliente. Pero dejando de lado eso, el mar es muy lindo. En Playa Blanca destaca el mar de color Esmeralda, muy linda playa.
Lo más destacado de esta ciudad de un calor abrumante (oscilaba entre los 27º y los 33º, con sensación térmica de 38º), fue la gente que conocimos en la Hostal Venecia. Muy lindas personas. Muchos de ellos recorriendo por más de un año, viéndoseles reflejado en la manera sabia de ver y vivir la vida. Esto mismo reafirmo el sueño que hoy cumplo a diario, el hecho de aprender a vivir la vida, de saber apreciarla, de saber quererla, de saber cuidarla.
Y eso opino (Joe Pino)

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