
No podía dejar pasar por alto a la linda persona que conocimos en Mochima, se apoda "el vecino" y su nombre es Eloy.
Cuando llegamos el día Lunes a Mochima, la primera persona que se nos acerco fue él. Al principio para vendernos su rico papelón con limón (jugo de la caña de azúcar, tras previo proceso de maceración, al cuál se le añade jugo de limón para regular el dulzor. Al final se le pone hielo, pa q este más fresquito) y luego como nos vio urgidos por no enconntrar una residencial económica para hospedarnos, nos comenzó a dar datos, a sugerir que cosas hacer para abaratar costos, como por ejemplo: hospedarnos en la playa donde el nos conseguía hasta el cooler. Fue un ángelito que se nos cruzo en nuestro camino, justo cuando la frustración e incertidumbre comenza a apoderarse de nosotros.
Posterior a eso, en la primera tarde lo acompañamos a vender su "Papelónnnn". Nos reímos de lo lindo con sus miles de tallas y peluseos varios.
Al otro día en la mañana, cuando nos dirigiamos a uno de esos balneareos, el nos hizo la movida para que nos saliera por 50 Bolos y no 80 como cobraban.
Ese mismo día, en la noche, el nos presento a su familia, madre, hermana y hermano Vicente, quien vivío junto a chilenos radicados en Noruega. Esa noche estuvimos los 4 junto con una pareja de Vascos, chelendonos de lo lindo. Para que decir de las lindas personas que eran Tb.
El último día, nuestro amigo Eloy no se hayaba por ningún lado. Yo pensé que la Coca-Cola and Company lo había secuestrado para que no le quitara clientes por la venta de su papelón, pero mis ideas eran sólo una conjetura ya que este se encontraba en Cumaná comprando más caña de azucar. Esa noche despedida, nos mandamos sus Cubas libres junto con los españoles, aprovechandonos de dar todos los correos y msn.
Ayer, cuando nos venáimos hacia Cumaná, pasamos a tomarnos unos Papelones y en señal de agradecimiento, le obsequíe a Eloy una banderita de chile, la cuál la guardo en su billetera en un lugar visible (donde van las fotos).
Gran persona, gran amigo, gran calidad de humano con quien me encontré en esta travesía. De él rescato la manera sincera en como contactarse con el otro, sin apariencias ni nada, siendo tal cuál es. Eso se agradece enormemente en el mundo de hoy.
Grande cumpay Eloy